Del texto a la voz: primeras jornadas formativas de doblaje y locución en Córdoba
Redacción: Mónica Jáñez Chaguaceda
Corrección: María Garretas Álvarez
Artículo escrito por Mónica Jáñez Chaguaceda y revisado por María Garretas Álvarez.
«¡Zas, en toda la boca!»
María [Garretas] y yo llegamos a Córdoba y lo primero que pensamos fue: qué calor. En cada sitio al que entrábamos explicábamos nuestra condición de chicas del norte: a la dependienta de la tienda de abanicos, al camarero de la taberna Santos, a los recepcionistas del hotel de las jornadas. Imagino que sonreirían por educación, que estarían hartos de escuchar las mismas palabras de turistas de todo el mundo; qué pimientos les importaría a ellos que nosotras no supiésemos transitar por una ciudad sin estar al borde del desmayo. Porque ¿qué hacíamos nosotras en Córdoba, en julio, y con 40 grados a la sombra?
Rebobinemos: en mayo recibimos una invitación de la Escuela de Doblaje de Canciones para participar en una mesa redonda en sus primeras jornadas. Saltaron todas las alarmas, el síndrome de la impostora empezó a hacerse hueco, ¿nosotras? ¿a hablar? ¿de qué? ¿cómo? ¿por qué?
Pasado el sustito inicial, tras comentarlo con nuestras queridas veteranas, dijimos que sí, que claro, que venga, que por supuesto. Así que parte de la nueva junta de AETI quedó en Córdoba para un fin de semana de julio: la presidenta, María Garretas; la vicesecretaria, Helena Asencio; y la vicepresidenta (yo), Mónica Jáñez.
La Escuela de Doblaje de Canciones se dedica a la organización de formaciones relacionadas con el doblaje y todas aquellas facetas relacionadas con la voz y la traducción, dirigidas a actores, cantantes y traductores. Ofrecen experiencias formativas integrales en las que los alumnos tienen la posibilidad de conocer el proceso completo que hay detrás de una obra audiovisual.
Los pasados 17 y 18 de julio tuvieron lugar las Primeras Jornadas Formativas de Doblaje y Locución en Córdoba. La formación se estructuró en cuatro talleres prácticos (taller de doblaje: aspectos teóricos y práctica; taller de ajuste para doblaje; taller de ficción sonora y taller de audiolibros) que se realizaron a lo largo del fin de semana. Además, el broche de estas jornadas lo puso una mesa redonda que sirvió de punto de encuentro entre actores, traductores y profesionales de la voz con el objetivo de conocer la visión del sector desde distintas perspectivas.
Nicholas Saunders nos recibió el domingo 18 de julio y nos presentó a los ponentes con los que compartiríamos mesa: Eduardo Gutiérrez Rojas (director y actor de doblaje, director de teatro y locutor), Rodri Martín Sacristán (director y actor de doblaje y locutor), Inma Soriano García (Doctora en Traducción e Interpretación, Licenciada en Traducción e Interpretación y en Filología Eslava por la Universidad de Granada) y Ana Rodríguez Domínguez (Doctora de Traducción e Interpretación por la Universidad de Salamanca).
Hay voces que se te quedan grabadas a fuego y cuando vuelves a escucharlas algo se activa en el cerebro, se produce ipso facto una asociación con la persona, el personaje, el momento. Yo escuchaba las voces de Eduardo y de Rodri, cerraba los ojos y veía a Stewie y a Morty en mi cabeza. Confieso que era una situación chocante, no todos los días los dibujos de la pantalla cobran vida frente a tus ojos, parece imposible pensar que puede haber un rostro diferente al que siempre has relacionado con el sonido de una voz. La magia del doblaje.
Antes de la mesa redonda pudimos asistir a una parte del taller de audiolibros. Las tres pensamos lo mismo: «quiero llegar a casa y leer un libro en voz alta para ver si sueno así de bien» (spoiler: no sonábamos así de bien). ¡Algo que siempre he querido y que nunca he tenido ni tendré: una «voz de locutor de radio»!
Cuando terminó el taller, subimos a la sala donde tendría lugar la mesa redonda que cerraba las jornadas. Comenzó Inma Soriano hablando de las competencias que deberían enseñarse a los estudiantes durante el grado de Traducción e Interpretación, como la capacidad de análisis previo a la traducción, el conocimiento temático, la creatividad, las herramientas informáticas, la capacidad de revisión, autorevisión y autocrítica, etc.
A continuación, Eduardo Gutiérrez habló de los problemas de adaptación, de cómo a veces no le permitían contactar con el traductor (lo cual dificulta enormemente el trabajo de todas las partes) y que la comunicación es clave para un buen guion traducido.
Seguidamente hablamos nosotras, dimos nuestro punto de vista como estudiantes, si veíamos cumplidas las expectativas en cuanto a la enseñanza de las competencias necesarias o no, qué podría mejorarse o lo que nos parecía interesante del tema tratado.
La siguiente fue Ana Rodríguez. Habló de la audiodescripción fílmica mostrándonos varios clips de películas con y sin audiodescripción, así como películas para adultos y para niños, para que observásemos la diferencia y su importancia.
Para terminar, los alumnos de las jornadas hicieron un ejercicio de ficción sonora. Una obra de teatro que tenía lugar con la voz como único medio de materialización: cerrando los ojos podías imaginarte el mundo que trazaban sus palabras, ver a los personajes discutiendo por dentro de tus párpados. Una obra que nos dejó con la boca abierta y nos hizo anhelar, una vez más, tener una voz magnética.